¿Por qué visibilizar el 25N, día contra la Violencia de Género?

La violencia contra las mujeres y niñas es, probablemente, la violación de los derechos humanos más habitual y que afecta a un mayor número de personas. Está presente en todas las sociedades del mundo, independientemente de cuál sea su sistema político o económico. 

Un poco de historia

La tradición cultural occidental que bebe de la antigüedad clásica y judeocristiana, parte de una visión androcéntrica de la realidad. Aunque las mujeres estuvieran presentes, éstas realizaron pocas veces papeles importantes en el mundo de lo público, dejando estos al varón. Las mujeres ocupaban lo privado, y estaban subordinadas al varón. Esto es lo que hemos venido llamando cultura patriarcal y que perdura hasta nuestros tiempos.

Esta situación, como hemos dicho, se prolongó durante toda la Edad Media y se siguió produciendo durante el Renacimiento, donde sólo las mujeres de la élite pudieron acceder a una formación, aunque la mayoría permaneció en la esfera de lo desconocido.

A lo largo de la historia se han ido produciendo algunos hitos en la evolución del papel de las mujeres que han logrado que hoy en día tengan un papel relevante en la esfera pública, aunque aún hay algunos logros que alcanzar. Es importante hacer un repaso histórico para no caer en opiniones o cuestionamientos erróneos, poner las cosas en su lugar y en su justa medida. Por eso, comenzamos esta introducción con la definición del concepto de feminismo que nos da el Diccionario de la Real Academia.

De este modo, según este diccionario, feminismo es la “doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres”. En una segunda acepción lo considera como: “Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres”. En estas dos acepciones se observa con claridad la importancia de la vinculación semántica de los conceptos feminismo e igualdad de derechos.

Por tanto, se vertebra en torno a las ideas de autonomía, igualdad y solidaridad, principios básicos del proyecto ilustrado y estandarte de la Revolución Francesa, aunque marca la diferencia entre la fraternidad, al entenderse como fratria de los varones, y el “pacto entre mujeres”, como vía de acceso a la igualdad con el estatus del género masculino.

¿Por qué hablar de feminismo? Es necesario aclarar que cuando hablamos de este concepto estamos hablando de igualdad entre mujeres y hombres, y no superioridad de las unas sobre los otros, como en ocasiones se ha intentado hacer creer.

Además, es importante hacer una referenciación rápida de la necesidad de abordar la igualdad entre mujeres y hombres, puesto que se trata de una cuestión fundamental de Derechos Humanos. En este sentido, la falta de derechos ha sido una constante en la historia de las mujeres, llegándose a aceptar de manera natural que carecieran de los más elementales como el derecho a su cuerpo, por poner sólo un ejemplo.

En los últimos siglos, se ha emprendido un camino que tiene como objetivo el reconocimiento total de los Derechos de las mujeres. En el artículo 2 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, de 1993, se explica el concepto de violencia en el género femenino como: “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada” (Osborne, 2009, p.24).

A continuación se hará un rápido repaso del recorrido de los derechos humanos de las mujeres, comenzando en el año 1945, aunque con anterioridad hubo ya mujeres representativas que alcanzaron logros. Partiremos del año 1945 por ser este el año del nacimiento de las Naciones Unidas.

 

Es importante saber que aunque el conocido como Convenio de Estambul se inició en el año 2011, está en vigor en Europa desde el año 2014 y ha sido firmado por 46 países y ratificado por 34 países. Y también es importante conocer que en el año, 2021, Turquía anunció la retirada por medio de su presidente Erdoğan. Es el primer instrumento de carácter vinculante en el ámbito europeo en materia de violencia contra la mujer y violencia doméstica, y está considerado el tratado internacional más completo y de mayor alcance sobre la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica.​

Por último, recoger también en este recorrido que de acuerdo con la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, se plantean 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dentro de los cuales, el Objetivo 5 es: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas. El motivo de tener que incluir un objetivo así, se debe a que a pesar de los logros obtenidos en los últimos años, “las leyes y las normas sociales discriminatorias continúan siendo generalizadas, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas a todos los niveles de liderazgo político, y 1 de cada 5 mujeres y niñas de entre 15 y 49 años afirma haber sufrido violencia sexual o física a manos de una pareja íntima en un período de 12 meses”.

 

¿Por qué es importante visibilizar el 25N, día contra la Violencia de Género? 

Teniendo en mente el repaso histórico realizado, quizás podamos entender mejor que el problema de la violencia contra las mujeres no trata tan solo de hechos aislados o de algunos "locos", si no más bien de un problema estructural que tiene sus raíces en nuestra socialización y tradición social, cultural y educativa. Un sistema que hemos llamado Patriarcal que consiste en una organización social regida por unas relaciones jerárquicas donde los hombres tienen una posición de superioridad respecto de las mujeres en relación al uso y acceso de los recursos existentes. 

Es muy importante, además, entender que se trata de un sistema que podemos ver en todo el mundo, y que atribuye unas cualidades a hombres y mujeres de acuerdo a modelos hegemónicos aceptados y asumidos por toda la sociedad. Debemos destacar también, que aunque en nuestro plano consciente rechacemos dichos estereotipos y conductas, muchas veces actuamos sin saber que estamos perpetuando dichos modelos. Esto es bastante lógico y debemos ser conscientes de ello para poder transformarlos. 

Por todo ello, debemos desmontar algunas ideas erróneas con respecto a la Violencia de Género que, no pocas veces, desvían el foco principal y llevan a confusión, e incluso, manifestaciones en contra de un derecho humano fundamental como es la eliminación de cualquier tipo de violencia sobre las mujeres y niñas por el hecho de serlo. 

Algunos mitos suelen ser: 

  • Los hombres que ejercen violencia sobre las mujeres tienen locura transitoria, su religión les hace ver a las mujeres como inferiores, vienen de otros países... no es verdad, no existe un perfil de agresor, ni por edad, ni constitución, raza, religión o carácter. Es un problema estructural que se perpetúa por no querer cuestionar y modificar las bases del sistema social en el que nos hemos desarrollado.
  • La violencia se ejerce bajo los efectos de las drogas o el alcohol... tampoco es verdad, como hemos dicho la violencia se ejerce por otras razones que tienen que ver más con la socialización hegemónica que perpetúa unas creencias sobre cómo ha de ser un hombre y una mujer.
  • A las mujeres maltratadas les gusta que las maltraten porque si no se separarían... evidentemente esto no es tan sencillo, estar atrapada en el círculo de la violencia hace que la víctima no sepa cómo salir de él, por eso necesitan ayuda y recursos para terminar con ello. 
  • La violencia es un asunto privado, no hay que entrometerse pues lo que pasa en casa, en casa se queda... probablemente este mito sea de los más nocivos para luchar contra la violencia. La creencia de que son cosas de familia y no hemos de entrometernos equivale a no avisar a las emergencias si presenciamos un accidente de carretera. Es decir, podríamos estar incurriendo en omisión de socorro. 
  • La mayoría de las violaciones y agresiones sexuales ocurren a manos de extraños... desafortunadamente esto es totalmente falso, de hecho la mayoría suceden en el ámbito cercano a las víctimas. 
  • Las mujeres también son igual de violentas que los hombres, de hecho existen los mismos hombres maltratados pero de eso no se habla... quizás sea el mito más extendido de todos, pero es totalmente falso. Como hemos visto, la violencia contra las mujeres y niñas es un problema global, muy antiguo y que sigue perpetuándose gracias a estos mitos. 
  • Las mujeres provocan la violencia que ejerce su pareja sobre ellas puesto que saben lo que tienen que hacer para que no se desencadene... este mito es violencia en sí misma, suponer que una mujer ha de cambiar su forma de ser o someterse para no sufrir violencia es un tipo de violencia. 
  • Existe un perfil de mujer maltratada: sumisa, dependiente, sin recursos... no es verdad, el problema de la violencia de género es que podemos sufrirla todas las mujeres tengamos el status social, económico o cultural que sea. Por eso es un tema que hay que abordar. 
  • Existe un número muy alto de denuncias por Violencia de Género falsas que se ponen para sacar beneficio económico y de custodias... totalmente falso, el porcentaje de denuncias falsas en Violencia de Género en nuestro país es de 0,0015%, muy inferior a otros delitos.  

Podríamos seguir ahondando en diferentes mitos que escuchamos bastante, porque la realidad es que muchas veces no se quiere mirar directamente el problema haciendo que esté tardándose mucho más de lo deseable su erradicación. Es importante que entendamos que: 

  • La violencia de género está rodeada de mitos que se basan en los estereotipos sexistas y creencias arraigadas. 
  • La violencia contra las mujeres y niñas es probablemente la violación de los derechos humanos más habitual y que afecta a un mayor número de personas en todo el mundo. 
  • Los mitos sobre la violencia de género resultan muy dañinos, dando una imagen distorsionada de los maltratadores y de las víctimas, invisibilizando y minimizando la gravedad real de esta. 
  • La violencia de género es un problema mundial, está presente en todas las sociedades del mundo independientemente de su sistema político, económico o religioso y tiene una única raíz: la discriminación universal que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo. 

Por todo ello es imprescindible visibilizar el día 25N, acordado internacionalmente como el día para la eliminación de la violencia contra la mujer. Visibilizar no solo para homenajear a las víctimas sino, sobre todo, para reflexionar y desear que las cosas cambien. 

(Ver nota de prensa por el día de la eliminación de la violencia contra la mujer)

¿Y tú? ¿qué reivindicas este 25N? 

 

 

 

Gema de Pablo González

Presidenta Fundación Siglo22 y Psicóloga en Carminar